El 14 de diciembre de 2019 se llevó a cabo en Ginebra, Suiza, la primera Reunión Mundial de Inteligencia Humana sobre Inteligencia Artificial.
Entre los asistentes estuvieron:
- JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
- JUAN ANTONIO MARZO PUJOL
- EL SHAUKAT AZIZ
- CHE FU
- JAIME MALET
- FERNANDO ZALLO
- BASILIO BALTASAR
- USUARIO EROL
- KENNETH PUSKHIN
- JOSÉ LUIS BONET
Algunas de las reflexiones y debates fueron las siguientes:
Esta es una nueva línea de actuación de la Fundación Onuart. Como sabemos, la Fundación Onuart realizó la gran obra de arte en la Sala de Derechos Humanos y Alianza de Civilizaciones de la sede de Naciones Unidas en Ginebra. Esta Sala, que alberga la obra de Miquel Barceló y que está vinculada a la Fundación, sería el lugar para iniciar un nuevo camino de reflexiones filosóficas sobre la situación del mundo, un lugar emblemático para poder celebrar un gran encuentro de pensamiento mundial .
Tenemos por un lado el Arte, con la pintura y la música, por otro lado la fuerza que tenemos en la defensa de los derechos humanos y tendríamos un tercer eje que sería el debate filosófico sobre temas de actualidad, que es lo que llamamos Arte de pensar. En estos momentos de globalización, una Fundación como la nuestra, con un claro perfil internacional, con un escaparate como la Cámara de los Derechos Humanos, significa que tenemos de nuestra mano para poner en común los temas que afectan al pensamiento científico, técnico y filosófico de una manera que con el lenguaje común de la discusión y el debate filosófico puedan debatir intelectualmente y conducirnos a enseñanzas claras que den como resultado el nuevo humanismo del siglo XXI. Nos enseñará a aportar claridad a cuestiones que tenemos que resolver en nuestro día a día y en el de las instituciones. Con estas premisas, la Fundación debe realizar un gran encuentro internacional de filósofos y líderes mundiales en el Salón en el que los filósofos mayores lideren el trabajo de grupos de filósofos más jóvenes.
Es una idea muy atractiva por dos motivos; primero, porque en efecto se le da a la Fundación una dimensión que la enriquece y puede contribuir a hacer aportes al mundo que van más allá de la propia obra. En el momento actual de revolución tecnológica y sus derivados, la filosofía puede renovar la dimensión del humanismo en estos momentos que vivimos en los que la inteligencia artificial, el «big data» y la tecnología pueden atentar contra la libertad y la dignidad humana. . En estos momentos en los que vivimos en un mundo global, pero sin un gobierno global, el papel de las Naciones Unidas es fundamental para afrontar los retos de este siglo. Requerimos entonces de un pensamiento y debate filosófico para ver cómo el hombre tiene derecho a tener un ámbito de autonomía personal para pensar, ser, vivir, decidir y que la era tecnológica puede diezmar con «fake news» e injerencias en la vida privada. . Esta visión humanista debe promoverse frente a la visión de Google, Amazon y otros en los que la era digital controla al hombre con un lenguaje frívolo, con noticias empaquetadas, listas para ser consumidas.
En estos momentos se impone el hombre dirigido, el hombre de las máquinas previsible y que debemos debatir para redefinir un proceso civilizatorio, ilustrado, moralmente fuerte y que parte de la idea de autonomía e inteligencia humana.
Debemos ser capaces de tejer la historia humanística de la tecnología, que ayude a la adaptación cultural, es decir, puede haber un gran número de personas que no sean capaces de adaptarse a esta nueva era tecnológica y empiecen a desconectar.
La revolución tecnológica va a tener una serie de consecuencias importantes en la dimensión humanística y ética, que podrían conducir a una errónea filosofía poshumanista en la que la superación del ser humano, imperfecto según esta filosofía, y que proponía un medio- hombre humano, se proponía y medio máquina para convertirse en una especie falsamente perfecta. El problema de la filosofía actual es que no aborda los problemas prácticos, que son de los que estamos hablando, la revolución tecnológica, la crisis política, que son básicamente la crisis del paradigma de la Ilustración. También hay una crisis de racionalidad, que es lo más evidente en la crisis política que estamos viviendo. Debemos recuperar un proyecto que aborde cómo concebir una enseñanza práctica de la filosofía en el sentido de que conecte con las filosofías orientales, más centradas en la gestión de la vida humana, las emociones y las relaciones, es decir, que le dé el contrapunto popular a el proyecto de la Fundación Onuart, ya que intentaríamos que las discusiones fueran lo más prácticas posibles. Es el caso del coche autónomo en el que hay que programar coches, pero como estos vehículos pueden tener que tomar decisiones morales que afectan a la vida humana, estos filósofos deben ser los que definan la forma de actuar del programador. Estas acciones filosóficas prácticas que la Fundación llevaría a cabo en estos grandes encuentros servirán también para revitalizar Ginebra teniendo en cuenta la crisis del multilateralismo y hacer posible que Europa defienda esta parte de las Naciones Unidas.
Otro aspecto que debemos abordar es el de la gran batalla para combatir la desinformación. Una de las consecuencias que estamos viviendo en el mundo tecnológico es la desinformación ciudadana y cómo esta influye en los procesos electorales. Estamos de acuerdo en que hay que formar a los ciudadanos para que puedan tener un pensamiento crítico que no deja de ser filosofía, y creo que uno de los grupos de trabajo podría trabajar en la desinformación.
Todos estos aspectos encajan a la perfección con la nueva línea de trabajo planteada y que comparte el sentido de urgencia en su puesta en marcha. Con este enfoque, la Fundación se convierte en una plataforma donde pensadores de todo el mundo comparten su inteligencia y forma de entender los dilemas de nuestro tiempo y trabajan en su resolución.
Este tema es fundamental y tiene un marco de actuación global e internacional, aportando soluciones que se pueden aplicar a cualquier país, y así lo ve la Fundación Onuart en el futuro. La parte filosófica debe estar unida a la ética. Agrega que la palabra cultura debe estar en este debate entre ciencia y tecnología. Apoya la idea del Foro, que está totalmente en línea con nuestra estrategia de apoyo social y puede ser un valor añadido.
Se están sentando las bases para tener el gran debate del siglo XXI, que articulará los desafíos de nuestro tiempo, es decir, el encuentro entre humanismo y tecnología. La Inteligencia Artificial no existe, existe un cerebro artificial creado por tecnólogos, que imita a un cerebro, en base a lo que se sabe del cerebro humano, que alberga inteligencia y que por lo tanto es Inteligencia Humana o Inteligencia. En este debate sobre tecnología y humanismo lo que está en juego es la capacidad que pueda tener la sociedad humana para imponer límites, esta cuestión capital, ya que hasta qué punto como sociedad global detectamos un peligro y somos capaces de prohibirnos viajar en el camino que conduce a este lugar. Hasta ahora lo que venimos experimentando es que cuando cualquier investigador, cuando cualquier proyecto avanza impunemente en todos los campos del conocimiento, ya sea tecnológico, genético, etc. La idea de que una sociedad educada puede detectar la capacidad de autodestrucción que tiene la tiene el ser humano y el de imponer un límite lo señala un libro chino del siglo III a. C. del pensador Yang Zhu que dice “lo más sagrado es detenerse donde no es posible saber más. Al que no entienda, la rueda del cielo lo desbaratará. ”
El guión de este gran encuentro de filósofos orientales y occidentales en torno al dilema del humanismo y la tecnología tiene un precedente ilustre en este filósofo taoísta que nos puede enseñar mucho, sobre todo a concebir la posibilidad de que nos prohíban ciertos descubrimientos.
También se abordan diferentes consideraciones; La primera es que nos falta la dimensión política para esta cumbre que tendremos en 2021. No se trata tanto de que nosotros como sociedad humana nos prohibamos temas, sino de identificar qué intereses son los que prevalecen en el desarrollo de la inteligencia artificial. Cuando los científicos y quienes han desarrollado, por ejemplo, armas autónomas, están advirtiendo que se regule este armamento porque puede ser dañino para la humanidad, no se trata de prohibirlo como sociedad humana, sino de regular las actividades de esas personas. quienes, por tener intereses económicos en el tema, nunca querrán regularlo.
En segundo lugar, hay que destacar un tema fundamental que es la lucha contra la desinformación. Ahora lo estamos viviendo en España, pero también se ha vivido en otros países, como Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos, en cuanto a la desinformación y los intereses que hay detrás de estas acciones de desinformación contra la población, que son sin duda una amenaza a la democracia. Esta desinformación está produciendo una especie de debate público que impide tomar decisiones tranquilas, sin poder analizar la información y tomar las decisiones adecuadas. Lo hemos visto en los ataques al Estado de derecho contra España. Tenemos que luchar contra los bulos y la desinformación que está provocando una ruptura de la convivencia en España, siendo esta la base de la democracia.
Este debate que realizaremos en el año 2021 es perfecto para los tiempos que corren, pero necesitamos, además de los filósofos y tecnólogos, políticos que entiendan bien los temas sociales, que hagan que la humanidad se limite, se contenga para que, sabiendo que todo que el hombre puede hacer lo hará, y que nos puede llevar a la destrucción, marque estas acciones con reglas. También entiendo este debate con la presencia y acuerdo de los tres grandes protagonistas del mundo de hoy; por un lado, China, por otro lado, las grandes empresas tecnológicas, como Google, Apple, Facebook, Amazon y finalmente los políticos con altos objetivos sociales para luego convocar un debate con filósofos, científicos y políticos que evitan, como quizás nosotros se encaminan, a una futura pérdida de libertades.
Este debate está muy interiorizado en los objetivos de la Fundación, y es muy meritorio que la Fundación trate de discutir sobre re-estimular la capacidad crítica de la humanidad, que la haga reaccionar ante las injusticias, proponiendo ideas y alternativas, y lo que es muy importante, la inteligencia artificial está cuestionando la libertad del individuo, ya que si todo está predeterminado, si sabemos el tiempo que vamos a tener, las cosas que tenemos que comprar, los lugares que tenemos que visitar, la música que tenemos que escuchar , las noticias que debemos saber, etc., hace que la autonomía personal sea limitada, nuestra capacidad de elegir, desde lo imprevisible, se reduce y limita.
Todas estas cuestiones se abordarán con más detalle en la reunión que se celebrará en enero de 2021 en Ginebra, en el Salón del Palacio de las Naciones Unidas y que liderará la Fundación Onuart junto con WPEO.